Una de las edades en las que más se consulta por complicaciones en el sueño infantil es alrededor de los 8-10 meses. En estos meses es cuando los bebés pasan la famosa regresión de la angustia por separación, también llamada ansiedad por separación.
Es una época que suele afectar bastante al sueño, donde percibimos varios cambios en los peques.
¿Qué es la angustia por separación?
La angustia por separación es un hito de desarrollo infantil que ocurre de manera fisiológica alrededor de los 8-10 meses. En esta época adquieren el sentido de la permanencia.
Por ello son conscientes de que mamá puede irse de la habitación y por eso es muy llamativo que en esta etapa lloran mucho cuando pierden a mamá de vista y que intentan estar muy cerca para que no se vaya de su lado. Esto sucede porque hasta ahora, tu bebé sólo sabía que existía lo que estaba en su campo de visión, pero ahora, ya sabe que aunque no vea algo o alguien, sigue existiendo. Lo que genera más dependencia y demanda ante lo desconocido.
¿Cómo saber si mi bebé está en la etapa de angustia por separación?
Para saber si un bebé está pasando esta etapa de angustia por separación podremos observar diferentes señales, algunas de ellas relacionadas con el sueño:
- Llanto cuando mamá/papá desaparece de su vista.
- Puede haber llanto ante personas desconocidas o poco conocidas.
- Puede aumentar la demanda de pecho en bebés con lactancia materna.
- Puede haber un aumento de despertares nocturnos, y que estos despertares sean con más llanto que habitualmente.
- Mayor resistencia a dormir. Con estos meses comienzan a fijarse en todo lo que hay alrededor y se distraen.
¿Cómo actuar ante la angustia por separación?
Como madre/padre lo primero que podemos hacer es saber si realmente está pasando por la etapa de angustia por separación para no asustarnos si observamos estos comportamientos en nuestro bebé. La información nos va a ayudar a comprender qué ocurre y llevarlo con mayor tranquilidad.
Para ayudarle al bebé a pasar esta etapa de angustia por separación podemos:
- Dejarle que practique lo que va aprendiendo durante el día. Es una etapa en la que pueden: gatear, reptar, levantarse agarrados, sentarse… todas estas habilidades que van aprendiendo debemos darles tiempo y espacio para que las practiquen.
- Hacer un ritual de sueño previo a dormir para que les ayude a relajarse y bajen revoluciones disminuyendo estímulos.
- Darles más apoyo en el aumento de la demanda.
- Juegos como el “cucu trás” les ayuda a entender la permanencia del objeto.
- Adapta su rutina, horarios y siesta a los cambios. Alrededor de estos meses hacen el cambio de 3 a 2 siestas. Por lo tanto habrá que adaptar su rutina diaria teniendo en cuenta que se adelantará la hora de dormir.
Si tienes dudas sobre cómo adaptar las rutinas y las siestas de tu bebé, te invito a leer este artículo en el que hablamos de ello.
