¿Has notado que tu bebé, que dormía «bien», de repente empieza a despertarse más y más? Tranquila, no estás sola, todos los bebés pasan por esto en mayor o menor medida y esto tiene una explicación. Se llama la regresión del sueño a los 4 meses, y aunque puede ser agotador, es completamente normal.
¿Por qué ocurre?
A los 4 meses, el sueño de los bebés cambia radicalmente. Su cerebro está madurando y empezando a entrar en ciclos de sueño más parecidos a los de los adultos, lo que significa que pasan por fases de sueño ligero, y esto hace que se despierten con más facilidad. Además, en esta etapa también están aprendiendo muchas cosas nuevas: mover sus manitas, rodar, ¡y se están volviendo más conscientes de su entorno! Todo esto puede afectar su descanso.
¿Cómo reconocer esta regresión?
- Despertares nocturnos más frecuentes: Esos momentos en los que creías que ya estaba dormido, pero de repente ¡se despierta otra vez! Les cuesta enlazar ciclos de sueño y aumentan los despertares.
- Cambios en las siestas: duran menos o son más difíciles de conseguir.
- Dificultad para conciliar el sueño: Se resisten a dormir, quieren dormir y no son capaces.
- Bebé más irritable durante el día por falta de descanso nocturno.
¿Qué puedes hacer para ayudar a tu bebé ?
- Mantén una rutina constante: Establecer una rutina de sueño clara y predecible es súper importante. Baño, masajito, toma y a dormir.
- Observa sus señales de sueño: Cuando veas que se frota los ojos o bosteza, es momento de dormir antes de que esté demasiado agotado. Esto puede evitar que se despierte más de lo necesario.
- Paciencia, mamá: Este proceso puede durar algunas semanas, pero todo pasará. Mientras tanto, asegúrate de darte momentos para descansar también. ¡Te lo mereces!
- No olvides acompañarlo: Si necesita tu presencia durante los despertares, está bien. Este es su proceso de adaptación, y con tu apoyo, se sentirá más seguro.
¿Cuánto dura esta regresión?
La buena noticia es que la regresión del sueño a los 4 meses es temporal. Puede durar entre 2 y 6 semanas, pero recuerda que cada bebé es único y su proceso también lo es. Lo importante es que tú y tu peque encontréis el ritmo que funcione mejor para ambos.
¿Y si la cosa no mejora?
Si después de algunas semanas sientes que las noches siguen siendo un desafío, ¡no te preocupes! A veces, considerar la opción de buscar asesoramiento especializado puede ser lo que necesitas. Cada bebé y cada familia son diferentes, y a veces un poquito de orientación extra puede marcar la diferencia.
Si crees que necesitas ayuda para mejorar el sueño de tu peque, te dejamos por aquí un enlace para que nos cuentes tu caso y vemos que se adapta mejor a vuestra situación y cómo podríamos ayudaros.
¡Ánimo familia!
